Los pasos andados por AlSur en 2022

En el ápice de la pandemia de la COVID-19, el consorcio de 11 organizaciones de la academia y la sociedad civil, AlSur, trabajó colectivamente para fortalecer su Estrategia para los próximos años y articular una perspectiva desde el Sur global sobre los impactos de las tecnologías a los derechos humanos. 

A lo largo del año 2022, pudimos observar varios sucesos que marcaron la agenda internacional. El inicio de éste tuvo como principal punto de interés la invasión a Ucrania, suceso que sin duda alguna, generó una crisis geopolítica de repercusión global. Empero la región, a su vez, pasó por importantes procesos electorales en Colombia, Chile y Brasil, agravamiento de crisis políticas, como fue el caso peruano, y tensionantes debates sociales. Varios de estos momentos, demandaron una constante reflexión y acciones específicas por parte de las organizaciones del consorcio.

En materia de regulación, a nivel internacional, las negociaciones en torno a un nuevo tratado sobre ciberdelincuencia en la ONU y  la aprobación del Segundo protocolo adicional al Convenio de Budapest, fueron motivo de discusión con respecto a sus alcances y consecuencias. Varias organizaciones de AlSur estuvieron presentes a lo largo de estos procesos. En alianza con Electronic Frontier Foundation (EFF) publicamos el reporte "Evaluando el nuevo Protocolo al Convenio sobre Ciberdelincuencia en América Latina". A partir de este reporte buscamos brindar elementos que, al momento de los debates nacionales para la ratificación de este nuevo instrumento, ayuden a una toma de decisiones informada sobre el acceso transfronterizo a datos personales y sus implicaciones a los derechos humanos y libertades fundamentales. 

La vigilancia masiva sigue siendo un tema de preocupación por su implementación indiscriminada y poco transparente. Ya en 2021, publicamos el reporte “Reconocimiento facial en América Latina: tendencias en la implementación de una tecnología perversa”, en el cual las organizaciones de AlSur mapearon y analizaron al menos 38 iniciativas existentes de uso de tecnologías de reconocimiento facial en la región. En 2022, vimos avances positivos con la declaración de inconstitucional del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT) en México y el sistema de reconocimiento facial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. No obstante, estas tecnologías siguen siendo consideradas por distintos gobiernos y su desarrollo, requiere un monitoreo constante.

La moderación de contenidos fue un aspecto sobre el cual se vertieron varias discusiones durante el año. La desinformación y la responsabilidad de autoridades fue abordada el año pasado en el ensayo “La mentira de los funcionarios, ¿tiene patas cortas o efectos largos?” que fue elaborado por CELE y la Oficina Regional para América del Sur del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. En 2022, R3D de México produjo para AlSur el documento “La moderación de contenidos desde una perspectiva interamericana” el cual aborda los intersticios y complejidades de los estándares interamericanos sobre libertad de expresión. Este introduce las limitaciones de la libertad de expresión, los avances en moderación de contenidos y da luces sobre aspectos de su autorregulación, corregulación y regulación por parte de los Estados, en un momento de gran debate sobre los impactos de los discursos en línea para nuestras democracias. 

El tema también estuvo en constante agenda debido a la compra de la plataforma Twitter por parte del multimillonario Elon Musk. Los anuncios y decisiones del actual dueño de Twitter generaron inquietud debido a su perspectiva absolutista de la libertad de expresión. Estas se plasmaron en despidos masivos de personas encargadas en moderación de contenidos y políticas de derechos humanos, restitución de cuentas de personalidades como Donald Trump, cobros por la verificación de cuentas, entre otras, las cuales demostraron un mínimo interés por una gestión responsable que mitigue los posibles abusos y riesgos en el uso de Twitter. En diciembre, Musk determinó el cierre del Trust and Safety Council, motivo por el cual nos manifestamos debido a la importancia que tenía éste para permitir una interlocución entre los equipos que gestionan la plataforma y la sociedad civil. 

Además de estos sucesos, hubieron otros de gran relevancia para los países de América Latina que han sido mencionados por Derechos Digitales en su recuento del año 2022. Destacamos el incremento de casos de espionaje a periodistas, la criminalización y persecución a activistas - como el caso de Ola Bini, en Ecuador - y los debates sobre regulación en distintos países, incluyendo normativas de protección de datos en Paraguay, Chile, Argentina, identidad digital y zero-rating en Colombia o la ley de Inteligencia Artificial en Brasil.

Inmersas en ese contexto, las organizaciones de AlSur buscamos en 2022 repensar las bases que nos unieron como consorcio y desde las mismas, proyectar nuestras acciones futuras. En los últimos seis años, AlSur se ha constituido como un espacio diverso para discutir una agenda común de acciones, emprender investigaciones con enfoque regional y promover una incidencia coordinada en foros de alcance global. No obstante, después de dos años de pandemia y cambios complejos a nivel global, era necesaria  una nueva planificación interna que represente las perspectivas y visiones de las organizaciones miembro. 

Por ende, se buscó el fortalecimiento interno de AlSur a partir de generar una nueva Estrategia para los próximos cuatro años, la cual fue elaborada a partir de un proceso con distintas etapas. El mismo culminó en un taller anual de coordinación en la ciudad de Buenos Aires en el mes de septiembre - el primer encuentro presencial de las organizaciones de Al Sur desde la pandemia -. A partir de éste, se logró  establecer esa agenda común sobre la que alinearemos nuestras futuras acciones en  tres ejes temáticos: a) Acceso a internet, b) Libertad de expresión y moderación de contenidos, c) Privacidad y tecnologías de vigilancia. 

Por otra parte, durante el año, las organizaciones de AlSur priorizaron el fortalecimiento de su incidencia en foros internacionales como el Global Network Initiative (GNI), Civil Society Information Society Advisor Committee (CSISAC-OECD), Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Foro de la Sociedad Civil de la Red Iberoamericana de Protección de Datos (FSC-RIPD), así como espacios de incidencia internacional como RightsCon, Internet Governance Forum (IGF) y la Conferencia de Protección de Datos Personales de América Latina (CPDP - Latam). En estas instancias, el consorcio AlSur ha buscado visibilizar las preocupaciones sobre derechos humanos que son comunes en la región, de manera que no solo sean parte de la discusión global, sino también que aparezcan concretamente en instrumentos de incidencia que sean de utilidad no solo a los miembros del consorcio sino a toda la sociedad civil y partes interesadas.

En el mediano plazo, y con base en nuestra nueva Estrategia, buscamos reforzar nuestras acciones en al menos dos problemáticas. 

Por un lado, notamos cómo las desigualdades  en cuanto al acceso y  aprovechamiento de las tecnologías se ampliaron y tomaron más relevancia a partir de la pandemia. El acceso justo a conexiones a internet significativas volvió a ser un tema crítico para el desarrollo y las oportunidades de las personas, por lo cual, debemos volver a debatir al respecto y generar más iniciativas específicas que permitan cerrar las brechas digitales en el Sur global.

Por el otro, detectamos una creciente influencia de herramientas de automatización, predicción y generación de contenidos a partir de la implementación de formas de Inteligencia Artificial (IA). La IA tiene aplicaciones directas en materia de moderación de contenidos, vigilancia masiva, toma de decisiones, entre otros temas que hemos venido analizando en los últimos años. A pesar de los problemas asociados con la IA con respecto a sus sesgos, falsos positivos y posibles malfuncionamientos, varios países de América Latina han avanzado en la adopción o elaboración de estrategias de implementación de éstas tecnologías para diversos fines. El uso indiscriminado y sin marcos éticos y basados en derechos humanos de éstas, puede generar múltiples afectaciones a la sociedad.

Con relación a ambos temas, es importante señalar que nuestras investigaciones han mostrado una subrepresentación de las perspectivas latinoamericanas en los debates globales que se están dando. En varios foros internacionales se están desarrollando recomendaciones y estándares que buscan influir la formulación de políticas, pero que no tienen en cuenta las realidades locales. Por tanto, es necesario articular esfuerzos, miradas y capacidades para lograr una voz con mayor incidencia.

El consorcio AlSur está en una fase de consolidación y busca convertirse en un espacio de gran influencia para las políticas públicas regionales e internacionales en temas tecnológicos y para el reconocimiento de los derechos humanos en entornos digitales desde una perspectiva sensible a la diversidad de género, etnia y clase. A través de la nueva Estrategia que estamos construyendo, el año 2023 será para nosotras el momento de lograr esa consolidación.