Vanessa Koetz, Coding Rights
La Conferencia "Internet para la Confianza", organizada por la UNESCO, abordó la regulación de las plataformas, un tema importante para las democracias, las vidas y los organismos de todo el mundo. Es necesario que existan más espacios para el intercambio de ideas y experiencias, especialmente desde una perspectiva interseccional y del Sur Global, para la formulación de directrices para la regulación de Plataformas Digitales, considerando que el tema involucra enormes complejidades. Además, es importante que estas directrices sean el producto de un proceso cuidadoso que refuerce los derechos humanos a la libertad de expresión y al acceso a la información.
Varias iniciativas nacionales y globales, con el fin de formular soluciones normativas para combatir la proliferación de noticias falsas, la difamación y la incitación al odio en línea, están en marcha. El tema está en auge más allá del nicho del activismo por los derechos y la tecnología, especialmente tras el asalto al Capitolio de EE.UU. el 06 de enero de 2021 y el ataque a la sede de los tres poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) en Brasil el 08 de enero de este año.
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) lidera una de estas iniciativas y, entre el 21 y el 23 de marzo de 2023, organizó la conferencia "Internet para la confianza" en París, Francia. El objetivo de la conferencia era debatir un borrador de directrices globales para la regulación de plataformas centradas en la protección de los derechos humanos a la libertad de expresión y el acceso a la información. El evento, celebrado de forma híbrida (presencial y en línea), tuvo una asistencia de más de 4.000 personas, entre ellas funcionarios gubernamentales, organismos reguladores, académicos, periodistas, representantes del sector privado y de la sociedad civil.
Del consorcio AlSur, estuvieron presentes Coding Rights, Centro de Estudios en Libertad de Expresión y Acceso a la Información de la Universidad de Palermo - CELE (Argentina), Derechos Digitales (Chile), Fundación Karisma (Colombia), Hiperderecho (Perú), InternetLab (Brasil) y TEDIC (Paraguay).
CondingRights tuvo la oportunidad de seguir la Conferencia de la UNESCO en París y, en esta breve contribución, se intenta dar cuenta de algunos de los espacios y discursos que más me llamaron la atención, especialmente desde la perspectiva latinoamericana. El programa completo, materiales y videos de la Conferencia "Internet para la Confianza" están disponibles aquí. Durante los tres días, los debates estuvieron guiados por la versión 2.0 del documento de directrices para la regulación de las plataformas digitales, elaborado por la UNESCO.
En ellas, además de las directrices propiamente dichas, se proponen principios para la regulación, que asignan responsabilidades a las plataformas digitales más allá del deber de transparencia sobre herramientas, sistemas y procesos de moderación y curación de contenidos. Durante la reunión en París, el documento fue objeto de críticas, desde el uso de conceptos jurídicos vagos en su contenido, hasta la forma apresurada en que fue redactado, lo que creó obstáculos a la amplia participación de sectores y especialmente de la sociedad civil del Sur Global.
Día 0, Actos paralelos
En el Día 0 tuvieron lugar los denominados Side-Events, conducidos por organizaciones asociadas y algunos por la propia UNESCO. Entre ellos, se puede mencionar el panel Transparencia, moderación de contenidos y libertad de expresión. Perspectivas multistakeholder desde América Latina, organizado por OBSERVACOM y UNESCO, con la participación de Amalia Toledo (Fundación Wikimedia), Bia Barbosa (Diracom y Asesora del Comité Gestor de Internet en Brasil), Gustavo Gómez (Director Ejecutivo de OBSERVACOM), entre otros, cuyas distintas aportaciones situaron las posibilidades y efectos de una regulación de contenidos en esta parte del continente americano.
Durante el debate, el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villareal, afirmó la preocupación de la CIDH por el deterioro del debate público y la falta de participación de los gobiernos en las discusiones( sobre el tema de la Conferencia. También señaló la necesidad de invertir en la alfabetización digital. El representante del sector privado, Raúl Echeberría, advirtió que el tema es complejo y que sería "ingenuo pensar que existe un universo alternativo donde podemos resolver en Internet problemas que no podemos resolver en el mundo real". Catalina Botero Marino, miembro de la Junta de Vigilancia de Facebook, sostuvo que es necesario desconcentrar la regulación de las plataformas, con tres componentes: uno regulatorio liderado por el Estado, uno de corregulación (como las juntas de vigilancia) y un tercero de autorregulación de la empresa. Además, dijo que es esencial que las iniciativas reguladoras tengan un proceso verdaderamente multisectorial que no sólo incluya "a las organizaciones que trabajan con la libertad de expresión", sino también "a las organizaciones que trabajan con mujeres, con indígenas, con personas racializadas". La directora del Centro de Estudios sobre Libertad de Expresión y Acceso a la Información (CELE) de la Universidad de Palermo, Agustina Del Campo, enumeró los problemas jurídicos de la última versión del borrador propuesto por la UNESCO, entre ellos la falta de distinción entre los tipos de servicios que ofrecen las plataformas digitales (computación en nube, mensajería, etc.) y los tipos de negocio de las plataformas digitales (con o sin ánimo de lucro), la falta de claridad sobre los objetivos de la regulación y la falta de definición sobre cómo se llevará a cabo la supervisión de las obligaciones que se impondrán a las plataformas digitales.
En la clausura del Día 0, la profesora emérita de la Harvard Business School, Shoshana Zuboff, hizo importantes comentarios en la conferencia "La información como bien público: ¿Qué regulación de plataformas para una era digital problemática?". Aunque reconoció los esfuerzos reguladores de la UNESCO, afirmó que ninguno de los principios presentados sería comparable al poder económico de las plataformas digitales y que lo que ella denomina mercantilización humana, producto de la extracción y venta masiva de datos personales en la actual etapa del capitalismo, no puede regularse (y por tanto debe eliminarse).
Días 1 y 2, Conferencia "Internet para la Confianza
El 22 de febrero se inauguró la Conferencia "Internet para la Confianza" con los mensajes de Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, la Primera Ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, y el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El brasileño, destacó la necesidad de equilibrio para garantizar, por un lado, el ejercicio individual de la libertad de expresión y, por otro, el derecho de acceso a una información fiable, así como la necesidad de ordenar jurídicamente las actividades de las plataformas.
"(...) La regulación debe garantizar el ejercicio de los derechos individuales y colectivos. Debe corregir las distorsiones de un modelo de negocio que genera beneficios explotando los datos personales de los usuarios. Para ser más eficiente, la regulación de las plataformas digitales debe diseñarse con transparencia y participación social. En el ámbito internacional, este tema debe coordinarse de forma multilateral", Presidente Luiz Inácio Lula da Silva
La periodista filipina Maria Angelita Ressa, Premio Nobel de la Paz (2021), fue la encargada de pronunciar las conferencias inaugurales y expuso su valiente trayectoria en la lucha contra las fake news en un contexto de persecución política liderada por el Gobierno filipino contra ella.
Además de la Premio Nobel de la Paz, en la mesa redonda inaugural participaron Melissa Fleming (Secretaria General Adjunta de Comunicaciones Globales de las Naciones Unidas) y el youtuber brasileño Felipe Neto. Con más de 44 millones de seguidores, el influencer hizo hincapié en la necesidad de abordar la lógica de las "recomendaciones", cobrando transparencia a las plataformas digitales.
La Conferencia contó con nueve sesiones y más de cuarenta ponentes en sus paneles. Cabe destacar la contribución de la Relatora Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión en la Sesión 3 - Promover la libertad de expresión e información en el ecosistema digital. Irene Khan advirtió de que ya existe una moderación de contenidos por parte de algunos gobiernos que crean regulaciones cada vez más restrictivas y señaló los riesgos de utilizar términos vagos en el documento, como el término "democracia", que, cuando se trata en el caso concreto, puede tener diferentes definiciones que varían de un país a otro. Además, subrayó la necesidad de que las empresas adopten los estándares de derechos humanos, así como la necesidad de más tiempo, consulta y escucha a los diferentes sectores sobre la regulación de las plataformas digitales, reforzando la necesidad de sentar a las empresas a la mesa del debate.
"Siento decirlo. Es muy peligroso dejar que los gobiernos regulen los contenidos, porque la tendencia será mucha censura. Ya lo hemos visto con muchas leyes en las que los gobiernos intentan regular contenidos que afectan al sentimiento de grupos religiosos (...), o que son ofensivos para la imagen de líderes políticos de un alto cargo. Esos no son motivos legítimos según el derecho internacional. Así que hay que tener mucho cuidado. Por otro lado, se está dejando en manos de empresas, de entidades privadas, con intenciones comerciales, que regulen lo que creen que es perjudicial. Eso también es igualmente peligroso. Y por eso hay que volver a las normas internacionales de derechos humanos y a la elaboración de esas normas en la ONU, en el sistema de las Naciones Unidas y en otros organismos internacionales, donde hay normas muy claras sobre cómo identificar la incitación al odio", Irene Khan.
Agregó: "Siento decirlo. Es muy peligroso dejar que los gobiernos regulen los contenidos porque la tendencia será mucha censura. Hemos visto que eso ocurre con muchas leyes en las que los gobiernos intentan regular contenidos que afectan al sentimiento de grupos religiosos (...), o que son ofensivos para la imagen de los líderes políticos de un alto funcionario. Esos no son motivos legitimados por el derecho internacional. Así que hay que tener mucho cuidado. Por otro lado, se está dejando en manos de empresas, de entidades privadas, de motivos comerciales, la regulación de lo que creen que es perjudicial. Eso también es igualmente peligroso. Y por eso hay que volver a las normas internacionales de derechos humanos y a la elaboración de estas normas que se está llevando a cabo en la ONU, en el sistema de la ONU, en otros organismos internacionales, donde hay normas muy claras sobre cómo identificar la incitación al odio", Irene Khan.
El 23 de febrero, la Sesión 9: Definir el camino a seguir cerró los debates de la conferencia multilateral. Entre los participantes se encontraban Kerri-Ann Jones (Vicesecretaria General de la OCDE), Roberto Viola (Director General de DG CONNECT, Comisión Europea), Agustina del Campo (CELE), entre otros.
El ministro de Justicia del Tribunal Supremo de Brasil, Luís Roberto Barroso, estuvo en la sesión y defendió la regulación de las actividades de las plataformas digitales. Atribuyó la necesidad de regulación a razones económicas (con el fin de gravar la actividad), a la protección de la privacidad y a la lucha contra lo que denominó "comportamientos inauténticos coordinados, así como contenidos ilícitos y, en algunos casos, desinformación". Al final de su intervención, afirmó que la lucha contra la desinformación es "una guerra de la verdad contra la falsedad, de la confianza contra el descrédito, del bien contra el mal".
La representante de Meta, Miranda Sissons, exigió un proceso marco mejor perfilado y cuestionó cómo se articula el documento de la UNESCO con otros procesos liderados por Naciones Unidas, como el Pacto Mundial Digital y el Código de Conducta para la Integridad de la Información en las Plataformas Digitales.
Peggy Hicks, Directora del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hizo hincapié en la necesidad de contextualizar los debates, ya que los impactos son diferentes en las distintas regiones del mundo y las Directrices de la UNESCO no pueden tener un enfoque "único para todos".
En su discurso de clausura, Tawfik Jelassi, Subdirector General de Comunicación e Información de la UNESCO, indicó que seguirán recogiendo contribuciones para la redacción de un nuevo documento y celebrarán consultas regionales para debatir las Directrices. Se espera que las Directrices estén terminadas a finales de septiembre de este año.
Retos para una regulación internacional de las plataformas digitales
La iniciativa de la UNESCO de celebrar la Conferencia multisectorial "Internet para la confianza" es digna de elogio, ya que lleva al debate una cuestión tan importante para las democracias, las vidas y los organismos de todo el mundo. Necesitamos más espacios para el intercambio de ideas y experiencias, especialmente desde una perspectiva interseccional y del Sur Global, considerando que la regulación de las plataformas digitales es un tema que involucra "complejidades técnicas, legales, emocionales, políticas y procedimentales", como destacó Agustina Del Campo durante la Conferencia.
El tema requiere de mucha reflexión, debate, escucha y participación de distintos sectores para la formulación de un instrumento que respete los instrumentos normativos internacionales de derechos humanos y se adecue a las distintas realidades del mundo, donde, lamentablemente, la democracia no es una constante.
Hay varias iniciativas normativas en marcha. Los países europeos experimentarán la Digital Service Act y la Digital Market Act, Alemania cuenta con la NetzDG, en el Reino Unido se está debatiendo el Online Safety Bill, por ejemplo. En Brasil, hay antecedentes de acumulación sobre el tema en torno al Marco Civil da Internet y al Proyecto de Ley 2.630/2020; además, el nuevo Gobierno pretende hacer nuevas propuestas regulatorias. Escuchar y reflexionar sobre las voces del Sur es sumamente importante. No por casualidad, hubo una fuerte presencia de brasileños y latinoamericanos en la Conferencia, lo que evidencia la relevancia del tema en la región.
Aún así, es importante llamar a la discusión y dar condiciones de participación a los sectores que sufren directa y cotidianamente la violencia en línea, como el movimiento de mujeres, indígenas, negros, población LGBTQIA+, para construir una regulación justa y eficaz, en atención a los Derechos Humanos (de todos). En este sentido, es necesario que las Directrices estén disponibles en una mayor variedad de idiomas y buscar definiciones y esquemas legales más claros. También es importante definir cómo se relacionan entre sí las diferentes iniciativas globales, especialmente las lideradas por las propias Naciones Unidas.
Los retos son enormes y es necesario evitar que las Directrices sean sólo una respuesta inmediata y coyuntural a oscuros acontecimientos antidemocráticos recientes, como el de Brasil. Es necesario considerar que la ausencia de un proceso de elaboración cuidadoso y sin permitir la amplia participación de los diversos sectores puede resultar en un documento con efectos contrarios al fortalecimiento del derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información, sirviendo de munición para que gobiernos antidemocráticos sean aún más autoritarios.
Al mismo tiempo, es necesario reconocer que las plataformas ya ejercen la moderación de contenidos. La investigación de Coding Rights "Visibilidade Sapatão nas Redes", de las autoras Ivanilda Figueiredo y Joana Varon, entre otras cuestiones, evidencia la existencia de control de contenidos en las redes sociales relacionado con la visibilidad lésbica y la falta de transparencia de las políticas de las plataformas digitales, reforzando el argumento de que estas empresas ya tienen una enorme concentración de poder en sus manos.
Por último, la Conferencia "Internet para la Confianza" aportó un sustantivo debate, especialmente sobre el tema de la moderación de contenidos. Sin embargo, es urgente el debate sobre la regulación del modelo de negocio de las plataformas, el cual se basa en la explotación masiva de datos, segmentación, recomendación y monetización de contenidos y comportamientos, monopolio de datos, concentración de mercado, etc. que son esenciales para combatir las diversas asimetrías de poder del presente y que ya comprometen nuestro futuro.